Me despierto, como todos los días, a las 8. La misma rutina hasta las últimas horas de la noche.
Pero hoy ...hoy es un día diferente, distinto, hoy me desperté con la sensación de no sentir nada, nada en absoluto.
Abro la ventana y observo el horizonte, la liña que se pierde en lo más aya y me hace sentir un ser diminuto pero que al mismo tiempo ocupa un grande lugar en el mundo. Sin mí el mundo no es lo que es, como la liña del horizonte .
Cierro los ojos, y me llama la atención el aire que respiro, como entra frío, puro, ligero y sale caliente, pesado, y llevando con el partes de mi ser que solo saben y están programadas para una sola función, eso si que es rutina cansina, pero bueno como no son humanos... no sienten lo duro que es.
Me gustaría ser una mariposa que solo sigue su naturaleza, pero en casos la naturaleza es muy cruel, pero también los humanos son destructivos. Hagamos lo que hagamos el peligro nos rodea y esto me lleva a sentir una inseguridad continua un sentimiento rutinario que esta penetrado en lo más profundo de mi, por eso y solo eso, ese día no sentí nada, nada en absoluto era porque el mundo se acababa...
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" La anhelada velada que siempre soñé" ...¿Por qué me pongo pastelona si ese no es mi estilo? Siempre detesté este tipo de situaciones; me parecían ridículas, ¿qué me ocurre?, ¿me está traicionando el subconsciente? uff, qué mal...... ¿quién soy?...si me estoy cuestionando mi "yo" es porque realmente no me conozco , con lo cual...
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O meu inverno en Lisboa
Oio uns pasos chapotear pola beirarrúa. Uns árabes falan cuns hispanos de algo que non entendo, pero que debe ser moi importante. O tempo queda queto e ten que pasar un rato para que me decate de que acaba de pasar un rato. Abro a porta que queda á miña esquerda e entro nun local cheo de fume. Intento mirar pero sei que é inútil. Sei que non está. Cada vez estou máis convencido de que non existe, de que inventei tantas cousas para poder poñer unha cara mentres me deito contra a barra doutro bar que tampouco é ese, vendo como o tempo non pasa e como se gasta só a grandes grolos, non en pequenos minutos ou segundos.
Unha voz se destaca no medio do ruido...
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La música nos traslada hasta un club nocturno, donde el humo del cigarro todo lo inunda. Los murmullos de algunos y las conversaciones más agitadas de otros se mezclan con la melodía.
Al fondo, los músicos se transportan con su sonido al mundo de la emoción. El balanceo de sus cuerpos siguiendo el ritmo suave del saxo y del piano, la expresión de sus rostros, la mirada perdida y, a la vez, concentrada en cada nota, nos hacen sentir cuál es su verdadera pasión.
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Un gran salón con moita xente. Todos están vestidos de gala con traxes moi elegantes. No centro do salón unha parexa bailando agarrados, un vals lento. Mentres están bailando el dille a ala que se ten que ir. Vaise de viaxe, por asuntos de traballo. El dille a ela que non volverá máis e que esta será a ultima noite que estará con ela. Cando remata a música sepáranse, ela cos ollos en bágoas mira hacia el. Cunha mirada el despídese de ela e dase media volta dirixíndose hacia a porta. Ela nun intento desesperado corre hacia el para pedirle que non marche, pero foi inútil, el...
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Estoy en un café de madrugada. Me siento triste y pienso en los problemas que he tenido durante el día.
Me gustaría contarle a alguien mis cosas para sentirme mejor. El café está en semipenumbra y salen varias parejas a bailar.
Varios músicos tocan en el local y algunas personas los escuchan en la barra.
A través de los cristales mojados por la lluvia veo las calles casi vacías. Algunas personas corren bajo sus paraguas.
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Frente a la ventana
Estoy tranquilamente en casa, sentada cómodamente en mi sofá, con un buen libro en las manos y escuchando música relajante, desde el sofá puedo ver hacia fuera, es un día gris. La lluvia me transporta a un estado melancólico, y me pongo a pensar ¿Cuándo vendrán los días soleados?
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Ser otoñal
Bajo las frágiles noches
de otoño
en esas en que navegan sin luz los barcos,
en esas… en esas en las que cuesta
nombrar a los …hombres…
En esas se muestra tu rostro.
Me aflige verlo, tan iluminado y puro
lo siento.
Enmarcaría en oro tus diminutos ojos,
los sueños que danzan en las pupilas,
el hambre que esconden bajo los párpados,,,
Pero el oro “afea”, dirás tú,
porque todo lo ilumina y no deja ver.
En plata entonces, niña mía, para
que los ríos serpenteen cuando me miras,
para que bañen tus aguas mis labios,
para saciarme en el dolor que arrastras…
En plata, niña mía, como esos ríos
ondulados de los belenes,
como esas noches en las que no duermes,
como esas huellas que vas marcando,
como tu propio nombre, como tu propio ser.
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